Las Rutas del Dolor Humano

No existe libro como éste. El dolor humano constituye su hilo conductor, tratado al estilo de Hernando Londoño Jiménez, de una manera sublime, universal, profunda, como cuando describe el sufrimiento de Jesús desde el prendimiento en el huerto de Getsemaní, hasta su crucifixión y muerte; o en la vía dolorosa de María, donde refleja el dolor de madre: "estaba bajo la cruz, llorosa, la excelsa Reina del mundo, María". Encontramos otros temas que expresan la infamia, la crueldad y el dolor vividos en los campos de concentración, en el Muro de Berlin, en los holocaustos, como Hiroshima y Nagasaky, y en el fusilamiento de 43 prisioneros en una cárcel de Nigeria.

Igualmente muestra una gran capacidad para describir el dolor humano en la vida cotidiana cuando, de una manera conmovedora, plasma la angustia de los campesinos desplazados por la violencia; el sufrimiento que padecen los secuestrados y sus familias; el hambre, el frío y el rechazo que sienten los niños de la calle; el atropello y el estado de indefensión que deben soportar las comunidades indígenas; el abandono que sufren los pueblos por parte de la sociedad y del Estado ante los desastres de la naturaleza; la injusticia de una condena; la soledad de un detenido, y las condiciones infrahumanas como se vive en las prisiones.

La Oda a Colombia de nuestro poeta Carlos Castro Saavedra, bien responde a lo que siente y expresa el autor en este libro: "Esta oda, escrita por mi mano transitoria, es sólo un testimonio de mi amor a la patria, de mi dolor ante la patria herida, y de mi fe en el porvenir y en el futuro de Colombia".