Derechos Humanos y Justicia Penal

«... absortos, advertimos todos los días la ejecución despiadada de la pena de muerte, porque la víctima era un miserable raponero, porque era un guerrillero, un amnistiado, un homosexual, etc. A nadie le importa descubrir a los victimarios, a los asesinos, a los sicarios, a los autores intelectuales. Por el contrario, el silencio que los ampara y encubre es a manera de indulto, de amnistía, de patente de corso para que sigan en su labor de 'limpieza', en la tenebrosa 'guerra sucia' que ya nos colocó un estigma ante la asombrada faz del mundo».